Estamos convirtiendo las cloacas en criaderos de monstruos. El último lo hemos sacado esta misma semana (25/11/2017) de un colector de la ciudad de Valéncia: un enorme gusano de residuos compactados de un kilómetro de longitud y casi mil toneladas de peso.
La bestia se alimentaba de las toallitas húmedas, bastones de oído, tampones y preservativos que la gente tira al váter. Sacarlo de ahí le ha costado al ayuntamiento cerca de dos millones de euros.
El problema de las toallitas se nos ha ido de las manos hasta tal punto que no solo afecta a la red de alcantarillado urbano, sino que los daños se extienden ya a toda la red de saneamiento: desde los emisores hasta las estaciones de bombeo y las depuradoras de aguas residuales.
Un apunte que puede ayudar a entender la magnitud de la tragedia: cada año se extraen de las depuradoras del Área Metropolitana de Barcelona 4.400 toneladas de toallitas húmedas. Eso equivale a 12 toneladas diarias. ¿No les parece increíble? De hecho, la mitad de las emergencias atendidas por los servicios técnicos de la red de vigilancia y control del alcantarillado están provocadas por las toallitas.
Fuente: https://www.eldiario.es/